martes, 24 de julio de 2012

Mampato y las cosas buenas de la vida

Yo tenía unos once o doce años cuando mi amiga Claudia tuvo que mudarse a Rio de Janeiro a vivir. Su papá, preocupado por lo que el cambio iba a significar, le preguntó a mis papás si podía acompañarla esas vacaciones de verano, las primeras, para que no estuviera tan sola.

Este era el panorama: calor, piscina, una playa maravillosa cerca... sólo que nunca llegué a salir de su departamento!
¿Por qué? Porque ella y yo descubrimos los Mampato, unas revistas empastadas que habían sido de sus hermanos mayores. Me pasé dos semanas leyendo las aventuras de Ogú y el pelirrojo Mampato, hipnotizada, y llegué blanca como una hoja de regreso de vacaciones. Feliz.

Años más tarde, en una feria de libros usados, mi papá tuvo la suerte de encontrar unos 8 tomos empastados de los mismos Mampato, y nos los compró, a mi hermana y a mí (gracias, papá!).
Hace unos 2 años, mis hijas los heredaron.
La reacción fue la misma: la mayor casi aprendió a leer con ellos, y la menor se pasa horas mirándolos y pidiéndole a su hermana que se los lea.

Todos los niños, sin importar la edad o el paso del tiempo, caen hipnotizados con la magia de Mampato y se ríen a carcajadas de Ogú (y de ello, puedo dar fe!).

Su autor Themo Lobos fue un genio y un gran, gran aporte a este país, aunque su reconocimiento seguramente llegará demasiado tarde.
Hoy ha partido y estoy segura que esta noche lo llorarán varias generaciones de chilenos.
Ojalá que, ahora que llega el tiempo de las retrospectivas, su obra trascienda las a veces demasiado estrechas fronteras de Chile.





 
Para quien quiera saber más, hay un emotivo blog que se llama "Yo soy de la Generación de Mampato". Tiene mucho material que se puede descargar gratis.

Nota al cierre: voy a estar un par de días desconectada, por actividades de trabajo, viajes y una merecida celebración de aniversario! Nos vemos a la vuelta! Hasta el domingo!

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